
Se ha anunciado en la prensa que se construirá nueva extensa línea del metro en Santiago, lo que costará quinientos mil millones de pesos ($ 500.000.000.000).
Así se ha publicado La segunda de 29 de diciembre 2009 y también en la TV). Eso obviamente para la comodidad de la gente de Santiago, y por otro lado vemos que se (disculpen la expresión)“cagan“ enteros para gastar unos 120 millones de dólares en un par de plantas desalinizadoras para asegurarnos el agua a la población de Copiapó, Caldera y Chañaral. Para eso ya llevan años discutiendo qué hacer, (si se llama a licitación para que terceros pongan las plantas, o exigirles a las empresas privadas que lo hagan, etc.), por mientras “piensan”, el agua dulce nuestra de cada día, se acaba en estas provincias.
La explicación que salta a la vista no es otra que aunque la gloriosa Atacama aporta y ha aportado mucho al erario nacional, no aporta muchos votos para que resulten elegidos los políticos centralistas egocéntricos que en determinados momentos solo miran sus intereses.
Estimados, no nos oponemos a que se dispongan comodidades para los compatriotas de Santiago, pero el progreso del país, exige justicia, equidad, y armonía, y no reúne esas características una decisión que propone gastar tanta plata en comodidades para unos y en cambio a otras personas del mismo país, se les pone en riesgo de quedar sin agua y hasta de desaparecer, o a lo menos de pasar a ser una comunidad con una realidad absolutamente distinta a la que tuvieron por cientos de años, derivando de ser un vergel a un páramo desértico que lamentable deberá andar mendigando por agua hasta para la bebida humana, por culpa de políticas erradas que en lugar de enmendar rumbos van cada día en peor.
No hay derecho coterráneos. Es una indignante discriminación e injustificada diferencia que se hace en contra de esta Región querida y sagrada para nosotros.
Además la medida arbitraria y discriminadora, en comento es de dudosa inteligencia en el largo plazo ya que evidentemente será un aliciente para una mayor migración a ese ya sobre poblado y contaminado centro urbano.
Solo por ahora no nos queda otra que implorar para que los parlamentarios que resultaron electos por esta región, pongan su corazón en defensa de nuestra bandera y destino regional.
Pareciera que algunos no quieren entender que para nosotros los Atacameños de corazón el tema del centralismo injusto y agobiante, no es chacota, sino que es algo que hiere la médula misma de nuestro sentir libertario que nunca se rendirá.
"Porque no soportaremos más este centralismo ciego y denigrante, al autoritarismo de Santiago opondremos nuestra valentía, a la ceguera de sus jefes, nuestra sana voluntad de progreso regional, al afán de imponer sus desaciertos nuestra conciencia batalladora".
Atacameñamente, León Copadeoro.
Así se ha publicado La segunda de 29 de diciembre 2009 y también en la TV). Eso obviamente para la comodidad de la gente de Santiago, y por otro lado vemos que se (disculpen la expresión)“cagan“ enteros para gastar unos 120 millones de dólares en un par de plantas desalinizadoras para asegurarnos el agua a la población de Copiapó, Caldera y Chañaral. Para eso ya llevan años discutiendo qué hacer, (si se llama a licitación para que terceros pongan las plantas, o exigirles a las empresas privadas que lo hagan, etc.), por mientras “piensan”, el agua dulce nuestra de cada día, se acaba en estas provincias.
La explicación que salta a la vista no es otra que aunque la gloriosa Atacama aporta y ha aportado mucho al erario nacional, no aporta muchos votos para que resulten elegidos los políticos centralistas egocéntricos que en determinados momentos solo miran sus intereses.
Estimados, no nos oponemos a que se dispongan comodidades para los compatriotas de Santiago, pero el progreso del país, exige justicia, equidad, y armonía, y no reúne esas características una decisión que propone gastar tanta plata en comodidades para unos y en cambio a otras personas del mismo país, se les pone en riesgo de quedar sin agua y hasta de desaparecer, o a lo menos de pasar a ser una comunidad con una realidad absolutamente distinta a la que tuvieron por cientos de años, derivando de ser un vergel a un páramo desértico que lamentable deberá andar mendigando por agua hasta para la bebida humana, por culpa de políticas erradas que en lugar de enmendar rumbos van cada día en peor.
No hay derecho coterráneos. Es una indignante discriminación e injustificada diferencia que se hace en contra de esta Región querida y sagrada para nosotros.
Además la medida arbitraria y discriminadora, en comento es de dudosa inteligencia en el largo plazo ya que evidentemente será un aliciente para una mayor migración a ese ya sobre poblado y contaminado centro urbano.
¡Hasta cuándo vamos a aguantar esto!
Hoy más que nunca, ¡Constituyentes Unidos!
Hoy más que nunca, ¡Constituyentes Unidos!
Solo por ahora no nos queda otra que implorar para que los parlamentarios que resultaron electos por esta región, pongan su corazón en defensa de nuestra bandera y destino regional. Pareciera que algunos no quieren entender que para nosotros los Atacameños de corazón el tema del centralismo injusto y agobiante, no es chacota, sino que es algo que hiere la médula misma de nuestro sentir libertario que nunca se rendirá.
"Porque no soportaremos más este centralismo ciego y denigrante, al autoritarismo de Santiago opondremos nuestra valentía, a la ceguera de sus jefes, nuestra sana voluntad de progreso regional, al afán de imponer sus desaciertos nuestra conciencia batalladora".
Atacameñamente, León Copadeoro.















El Royalty debe ser completo o casi completo para el desarrollo de la región afectada por la extracción de productos no renovables. Y debe subirse al menos a un 10 por ciento (no va a quedar la debacle como muchos anunciaron cuando se estableció el del 3% por ciento, y la realidad nos ha mostrado que las mayores inversiones han sido en el sector minero.
2.- Se debe proteger al productor nacional sin distorsionar el mercado, con una divisa en precio adecuado, y así proteger también las fuentes de trabajo para la mano de obra nacional. Nunca favorecer las importaciones por sobre las exportaciones. El exceso de importaciones trae pan para hoy y hambre para mañana y dan trabajo y bienestar a gente de otros países.
Queremos regiones con grados de autonomía y dignidad, con capacidad para elegir y sacar a sus representantes no solo al parlamento, sino en el gobierno regional, con respeto de su identidad e historia propia.
Con una defensa del medio ambiente para que los impactos sean lo menos dañinos posible, con funcionarios a cargo de fiscalizar capacitados, y de reconocida honestidad para evitar la nefasta corruptela.
Es de esperar que en la oportunidad no le metan el dedo en la boca, con ofertas y los acostumbrados "regalitos" como un PC para una escuela lugareña, o un jeep u otro vehículo para la policía, y cosas por el estilo que acostumbran a hacer, cosas miserables al lado de los miles de millones de dólares que se llevarán desde las entrañas de Atacama.



Las autoridades no tienen porqué ser tan solícitos con los permisos y autorizaciones con una empresa que no nos quería dejar nada. Es necesario exigirles que demuestren que quieren dejarnos algo siquiera para las generaciones actuales y venideras de Atacama. Si no quieren, entonces que rueguen y rueguen por cada cosa que pidan.´






Vale recordar, para los olvidadizos, que en tiempos de la dictadura el gobierno de facto que regía, modificó la frontera ancestral, y le quitó a Vallenar el mineral llamado El Indio, y su agua, y todo fue en beneficio de nuestros hermanos de la Cuarta Región, y para Vallenar donde se descubrió la mina, y donde se pagaron las primeras patentes mineras de ese mineral, no quedó NADA perdurable. Perdón en realidad algo le dieron a la Tercera Región a cambio, el poblado de Incahuasi al que desde la Tercera región debimos empezar a surtirles de agua para la bebida.


Pero, hay pueblos que no sólo han resistido a esta mundialización de los mercados sino a la opresión de los Estados centralistas, como son en Chile los pueblos Atacameños y Mapuches. De allí que este texto es una herramienta para que las nuevas generaciones y particularidades, como varas de colihues y cuesco de chañar, resistan al monstruo que pisa fuerte.




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